Nuestra reunión de Fundapap de fin de año, de 16 a 18 tuvo tanta alegría y tanta emoción que nos permitió abrazarnos y lagrimear juntos. ¡Gracias…!!!
Aquí estamos, para ese abrazo que nos debíamos. No obstante, yo quiero agradecer a la tecnología, de la que he sido muy reacia, porque nos mantuvo unidos y con la llama espiritual encendida, en momentos muy difíciles para todo el mundo, para la humanidad. Y eso, para mí y para todos, creo, fue una nueva puerta que se abrió para todos aquellos que están lejos, del interior y del exterior del país. ¡Gracias…!!!
También me enfrentó con esas determinaciones que tomamos, a veces, con la convicción de que son acertadas y… no lo son. Esa revisión me hizo observar más detenidamente mis palabras y mis acciones. Hoy hablamos de la impermanencia, de la muerte, de lo que se nos escurre de las manos… como si fuera algo dañino, cuando en realidad, eso es lo REAL, lo único que hay.
Gracias querido grupo, por estar ahí para plantear sus ángulos vivenciales que se tocan con aristas de cada uno de nosotros y nos permiten, de ese modo, estar más presentes y en alerta percepción, como dice Krishnamurti, para continuar con el trabajo de la recuperación. Gracias a Mónica, mi compañera de camino, quien también tuvo que enfrentar sus propios desafíos, y sin embargo, aquí está a mi lado, todo el tiempo. Agradezco su participación y la de Norma y Miguel, porque juntos hicimos un voto de compromiso con la radio y de mantener un espacio de recuperación para los propios y los de afuera, también. Gracias a Mirta, Julieta, Miriam Gon. y a Miriam Gal. a Mariel, a Liliana, a Carlos, a Luis, a Flor, a Viviana, a Estefanía, a Silvia y a todos los otros coordinadores que no están participando en este momento, pero que colaboraron por años para que las reuniones estuvieran disponibles para quienes las necesitaran.
Hemos pasado dificultades y tormentas, el vendaval arrasó con aquellos que no podían seguir estando y trajo a esta orilla nuevos participantes, todo se obra más allá de nuestras decisiones, pero con nuestra insustituible participación. Así que… ¡Gracias al Poder Superior por mantenernos conscientes y unidos! Gracias a todos y a cada uno