MI CAMINO DE VUELTA ….O APAP, EL NOMBRE DEL MILAGRO
Me llamo Marcela, soy abogada, tengo 59 años y tres hijos.
Llegué a APAP en Octubre de 2013 luego de una noche desquiciada sosteniendo el Rosario en una mano y cocaína en la otra. En mi desesperación pedí a la Virgen un lugar donde hacer pie, con claridad conciente de ir barranca abajo camino a una sobredosis sin poder detenerme. Busque en Internet y descubrí a APAP.
Frecuenté reuniones y asocié que los días que concurriría, al siguiente no me drogaba.
Me impactó escuchar que el camino de vuelta es la Divina Comedia al revés… Se empieza en el Paraíso y se termina en el infierno. Doy fe que es así
En tanto, Pascua de 2014, nuevamente la Misericordia Divina a través del Padre Ramón. Luego de escucharme dijo: “Aunque vuelvas a drogarte, no dejes de venir”
Y me animé a dar el salto. Me decreté en emergencia y me puse en “terapia intensiva”: tres veces por semana a las reuniones de APAP, y dos a una terapia no del todos convencional. Cinco días de siete..
Redescubrí algunas palabras como sobriedad….límites, que nada tiene que ver con “limitado”. Acepté mi confusión … y a desandar lo aprendido.
En mis intervalos lúcidos me reinventé y diseñé mi propio “cordón sanitario” en protección a mi misma: cerré mi cuenta corriente personal (en ocasión pagué al dealer con cheque propio)…. a salir con dinero mínimo para día. En caso que la abstinencia me atormentara, no tener lo suficiente para la dosis… Y la paradoja con mis clientes sobre quienes resuelvo destinos económicos de volumen.
El recuerdo me avergüenza, lo confieso.
¡Cuantos días sin poder trabajar !!!!!!! Había llorado y gritado tanto durante la noche, que a la mañana estaba exhausta, con la cara hinchada … impresentable… Nunca JAMÁS, ni ene esos días perdí una reunión o una sesión…. Aunque fuera lo único que hiciera.
Dos años horribles de avance, retroceso… meseta. En retrospectiva, durante mi larga noche oscura, la estadística daba perdedor.
No me rendí, quizás intuí que no habría mas chances
Paciencia y amor hacia la recuperación de la química en mi cuerpo a quien sobrecargué sin piedad en mis disparates y caprichos.
Hoy la Vida vuelve a tener sabor a sana aventura, en mi perfil de whatsp se lee “No es lo mismo vivir, que honrar la Vida”.
Pido perdón a mis hijos a quienes tanto quiero, y que sin embargo, lastimé. Gracias a los que me acompañaron sin juzgar…. A H. por lo aprendido a través del amor, y del desamor.
Gracias infinitas a Mónica e Inés, a Norma y a mis compañeros por sus aportes generosos, y que Dios bendiga a APAP, el Milagro que pedí.